viernes, 24 de diciembre de 2010

Carta de un hijo sin futuro.

Querido padre,

Hoy tengo 17 años y quiero tener una carrera Universitaria a la cual no puedo acceder, tus ingresos no alcanzan. Me acabo de enterar que había una universidad autónoma llamada Universidad de Puerto Rico, la cual aunque fuese del estado, no había que pagar mucho. Para el 2010 hubo una protesta estudiantil donde lucharon en contra de una administración que querían subir el costo de los estudios, primero lo intentaron con los créditos, luego imponiendo una cuota.
La administración metió al cuerpo en el cual trabajaste tu, la Policía de Puerto Rico, ocupando la UPR. Los estudiantes intimidados con tanta fuerza policiaca y armas de largo alcance no entraban al campus, tampoco la mayoría de los profesores. La cuota se acabo imponiendo, alrededor de un 80% del estudiantado no pudo pagar, cambiaron el reglamento y despidieron a todos los profesores que se oponían a la administración. Poco a poco la Universidad terminó siendo privatizada y ahora solo los ricos pueden acceder a ella.
Al cabo de un tiempo ese mismo gobierno siguió haciendo recortes hasta que les llegó el turno a ustedes la Policía de Puerto Rico, después de tantas horas de trabajo y de arriesgar sus vidas por servir al cuerpo y al pueblo, el gobierno no mostró ninguna compasión, pero a diferencia de los estudiantes, el llamado de solidaridad fue en vano, estaban solos.
Me voy de casa, porque no puedo creer que me hayas hecho esto, gracias por minar mi futuro.


Att:

Tu hijo.

P.D. Por quien más lo lamento es por mami, porque ya perdió a sus otros dos hijos que perdieron el rumbo o tal vez porque se quedaron sin elección.

sábado, 2 de octubre de 2010

Status Quo

Ya cediste los domingos de familia,
van desmantelando todo lo que eres, poco a poco,
aplicando tratamientos de choque,
para lograr que te aboques en la caterva.
Los pueblos se consuman en consumición,
buscando el coraje para rebelarse de tanto escarmiento.
Aflora la apatía en tu cotidiana mortandad,
gestando el desabrir de tus hijos denostar,
hastío reflejado en éxodos de cuna,
decididos a no habitar en este limbo
y a no seguir sumidos como el emblema de tu escudo,
hoy despiertan sedientos de evitar que este día se suma en el olvido.

Los vendidos apetecen escurrir tus linfas y el húmedo verdor,
tender calzadas sobre sus cimientos.
En tus sabanas desnudas de cemento
el sol dispara la temperatura,
tu pueblo peregrina, jadeante,
hacia el enjuto árbol del conocimiento,
que plagado de bichos va mutando su escultura,
sus hojas van perdiendo nervaduras
y al suelo se va todo su valor.

Banalidad

Tendremos que dejar a un lado las súplicas,
Deidad que ya no escucha;
se aflige de tinnitus e hipoacusia,
ya le hizo una de las suyas, Ménière.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Status Quo

Vienen a desmanter todo lo que eres,
ya perdiste los domingos de familia
y no hiciste nada, ya te van sacando la vida en deudas,
te preguntas si aún te sobran fuerzas para rebelarte,
que hacer para no sentir tanta frustración,
los vecinos se insultan, se pelean, se maltratan, se matan,
cuanta apatía te aflora y desabrimiento en gestación,
ese conformismo peligroso.
Los medios anuncian otro asesinato,
te insensibilizas; es algo muy usual,
por vivir en el limbo del status quo.
¿Seguiras así hasta explotar?
Vives sumido, como el emblema del escudo,
no esperaras cuando ya no tengas más recursos,
hoy te levantas sediento,
una árbol menos, se alza un grado celsio,
hoy te extirpan una ramita de cultura,
mañana la de educación, hasta dejar apenas el tronco.
Hoy tendrás que dejar a un lado las suplicas, porque es que
Dios ya no escucha, tímpanos perforados por Mernière.

martes, 18 de mayo de 2010

Estulticia

Sigues haciendo preguntas con respuestas evidentes, 
no sales nunca del trabajo y el trabajo tampoco de ti, 
vasallo mequetrefe con ínfulas de intendente, 
vas ascendiendo, llenando el saco de ego al regente, 
tu lengua le empaña la vista, tiene los ojos adherentes.
Flotas, que bien te sientes,
ansias de fulgurar entre la gente,
en ajena adversidad serás indiferente,
Aunque sea evidente tu plumero no es de águila, 
eres la presa que irán desplumando,
te darás cuenta de que el cielo no es el suelo,
cuanto tiempo aleteando, te estrellaras sin alzar el vuelo,
morderás el polvo, cagarás el polvo y eso serás 
meramente.
Sigues haciendo preguntas con respuestas evidentes, 
chistes colmados de insulsez , simulando todo lo que prestan tus oídos. Imbuyendo, sólo a ti mismo de lo anómalo, expedito,  divertido, atractivo, versado, inteligente y colosal que afanas ser, monigote con la tosca nulidad de decidir por si solo, con almas Platónicas accionadas por las lías de un adalid fustigador.

El Velo

La tecnología nos incomunica y nos dilata, 
postergadas quedan las epístolas, 
olvidas que sumergido, no podrás oler el agua, 
te ahogas en sed. 
Negando que fuiste desterrado, 
por el amor que ultimó a tu padre, 
proscrito a un desierto que carece de espejismos, 
relegando recuerdos, que se cancelan, si no existe la ilusión, 

Hoy mataras tus descuidos, 
sin rencores, la perpetuaras, 
que enlutada, so pena al arte de enunciar, 
el extirpe descendiente tramita, 
no le dejarás, y en su intentó 
lánguidamente quebrará.

Ilustras imágenes sin frío, 
que se corrigen, en palabras sin sentido, 
se espera que las tinieblas, hoy arropen la ciudad, 
con una bocanada, lo podrás aventajar, 
llegar, no cuenta, torres y castillos, tampoco, 
solo importa la trocha y el cultivo. 
Sólo importas tú y hasta donde te lleve el porvenir; 
que es el tuyo propio, 
no está escrito en el cielo, tampoco en el suelo, 
lo escribes paso a paso, 
laudo a laudo, empalme a empalme. 
.


lunes, 17 de mayo de 2010

Los hijos del mar.

Llueve y desde la montaña baja el agua silenciosa, el río vuelve a su cauce en dirección al mar, es joven y de rasgos refrescantes, viene entonando sus canciones, preocupado por su cauce y su futuro, él tiene su conciencia, se siente responsable por las partículas de agua que en el futuro habrán de seguir el mismo curso, es cuestión de vida o muerte. Otros ríos se suman, crecen caudalosos, con intensidad imparable se desbordan, con la misión de llegar al mar, la tierra y las montañas querrán evitarlo, protegiéndose con piedras colocadas con errática estrategia. Se construyen represas y rompeolas encomendados a la prevención que los ríos y el mar se encuentren. El mar mientras espera donde cada uno desemboca y a las piedras arremete con sus olas que al golpear desvanecen; lo que es del mar es del mar. Somos todos gotas, los hijos del mar, unidos somos infinitos e incansables, una fuerza magna e imparable, las piedras acabaran por desgastar, llegaremos a la costa y junto a los ríos seremos salubre, una calma que nadie puede callar, para moldear la costa a nuestro gusto, mas a nuestra necesidad.

Vuelve el Río Piedras a su cauce y otros once más, una canción ponderada por la entrega y la lucha, los tambores del mar se silencian, preparando la gran ola que mañana arrastrará todo lo que encuentre a su paso, para liberar la dulzura de los ríos y las rías, esos cánticos y su armonía, melodía del futuro que nos ha librado a todos la voluntad de ser: "La isla del encanto".

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Columpio del Encanto

Encantado columpio, un vaivén de 1,460 días,
bailan, procastinan y blasfeman,
los payasos hacen lo que sea,
suben y bajan al columpio del encanto,
los culitos sanos y también los más profanos,
casi siempre por elección,
va el columpio por buen camino,
va el columpio por mal camino,
viene el columpio vacío, por el mismo camino de siempre,
subirán bufones, acrobatas y comediantes,
mas nunca sin antifaz,
y así se zangolotean al vaiven de las olas,
sigue el columpio, sueña que vuela,
sigue el columpio, cree que besa el suelo,
sigue el columpio, cree que toca el cielo,
sueña el columpio con abolir sus cadenas,
sueña el columpio, con unirse el mundo.

lunes, 3 de mayo de 2010

¡Que vivan los Estudiantes!

Como muchos o algunos, he seguido el proceso del paro de la UPR, ya convertido en huelga, como ya sabemos el movimiento no solo se ha extendido al resto de los recintos, si no también a otros sectores, madres, profesores, la comunidad gay, trabajadores, la iglesia, artistas entre otros. Tanto así que ayer se celebró el concierto: -"¡Que vivan los estudiantes!"- Allí se pudo apreciar la capacidad de consenso que tiene esa llamada minoría. A raíz de comentarios que he leído en una red social y respondiendo a un señalamiento de que los estudiantes son unos vividores y que se dejen de huelgas y se pongan a estudiar escribo lo siguiente.

Soy hijo de un pintor, nacido frente a la bahía de San Juan en el pueblito pesquero de Cataño, mi padre nació para ser pintor y tenía que hacerlo a escondidas de su padre, pues este le decía que eso no era una carrera y que moriría de hambre (típico discurso de un padre convencional a un joven artista). Obtuvo su bachillerato en Artes Plásticas en la UPR porque ejerció su derecho a una excelente educación, aprovechó al máximo toda la ayuda que le brindaron y luchó para poder estudiar lo que el quería, claro, luego de haber estudiado Contabilidad porque su padre así le exigió a él y a sus hermanos, tendría que hacer carreras las que según entendía mi abuelo, eran de provecho, contable, abogado y médico. Así que mi padre le entregó el diploma en contabilidad a mi abuelo y le dijo: -"Aquí está tu diploma, ahora me voy a estudiar lo que a mi me gusta, pintura."-
 Le otorgaron la beca Guggenheim y se fué a estudiar a New School for Social Research, luego a la escuela de Artes Plásticas en Florencia. Terminó sus estudios, y regresó a Puerto Rico donde ha sido una figura importante en el arte impresionista. Viví mi niñez en la UPR cuando mi padre Julio Rosado del Valle ejerció como Artista Residente. Apoyo la huelga porque dentro de poco volveré a estudiar y será en el Alma Mater de mis padres donde mi madre también obtuvo dos Maestrías, los apoyo porque un pueblo sin educación sería una manada de bestias sin sensibilidad, sin respeto por la vida, la libertad de expresión, un pueblo sin educación carece de tolerancia y suma la intransigencia que destaca a la administración de la UPR y otros servidores públicos de nuestra democracia.
Sin más, solo quiero decir que no estáis solos, la vivencia de ayer nos despierta, nos da el coraje de luchar por nuestros derechos y nos hace sentir orgullosos de ser Puertorriqueños, ustedes son el ejemplo.

¡Que vivan los estudiantes!