lunes, 27 de enero de 2014

Dicen

Dicen que estoy loco, 

dicen bien

y dicen 

que lo soy también; 

acertados, 

tal vez, 

dicen 

y dicen muchas cosas, 

muchos 

otros, 

dicen 

y sin saber 

cesar

dicen.

Sólo,

digo

que dicen,

sin alto

sin altar.

sábado, 18 de enero de 2014

Supresión

Al suprimir los espacios entre los corchetes entenderás que no es tan sólo culpa mía, pues [de ese arte] resulta irremediable, inevitable.

jueves, 16 de enero de 2014

Emplazamiento

Estimados/as y honorables,


Los acontecimientos que últimamente están ocurriendo en nuestra ínsula, en adición a lo que acarreamos por décadas, me ha llevado a escribir esta misiva; aún sabiendo la posibilidad –porque es una tendencia habitual de los políticos de nuestro país– de que pase por ojos sordos. Sin embargo como ciudadano que toma acción debo intentarlo. Porque dice Silvio Rodríguez: "Debo dejar la casa y el sillón..."


Para no ocuparles mucho tiempo y no caer en un discurso aburrido tipo político o religioso, iré al grano... ¿Cómo es que se tiene el valor de tomar decisiones tan drásticas que desfavorecen al pueblo e inclusive a la larga no solucionan nada? Sabiendo que una decisión drástica a tomar alivianaría varios problemas simultáneamente, esa decisión es la despenalización de las drogas. Se acabarían los puntos de drogas, por ende reduciría los grandes problemas de violencia en el país. Segundo el gobierno puede tener un ingreso millonario y solventar muchos problemas financieros; ya que el estado puede tener control tanto en su calidad como la retención de impuestos sobre las mismas. 


No hace falta ser economista ni ser un genio para entender esto. Si de verdad trabajan para el pueblo, esa es la decisión a tomar. Con la prohibición no se evita el consumo de las drogas, ya paso con el café, el alcohol. Además, no parece ser un problema todas esas drogas legítimas que consume nuestra sociedad, haciendo daños irreparables; para estas no hay cuestionamiento alguno porque vienen de las farmacéuticas y las receta un médico. Dejemos la hipocresía y seamos valientes, es el futuro de nuestro país el que está en juego. Es hora de que comiencen a trabajar para el pueblo y no para los bonistas y las grandes empresas.


Con todo el respeto quedo de ustedes y con la esperanza de que podamos rescatar nuestro terruño, dejando a un lado la mediocridad de los parches que solventan de un modo efímero.


Sincera y humildemente,


Un ciudadano.