sábado, 2 de octubre de 2010

Status Quo

Ya cediste los domingos de familia,
van desmantelando todo lo que eres, poco a poco,
aplicando tratamientos de choque,
para lograr que te aboques en la caterva.
Los pueblos se consuman en consumición,
buscando el coraje para rebelarse de tanto escarmiento.
Aflora la apatía en tu cotidiana mortandad,
gestando el desabrir de tus hijos denostar,
hastío reflejado en éxodos de cuna,
decididos a no habitar en este limbo
y a no seguir sumidos como el emblema de tu escudo,
hoy despiertan sedientos de evitar que este día se suma en el olvido.

Los vendidos apetecen escurrir tus linfas y el húmedo verdor,
tender calzadas sobre sus cimientos.
En tus sabanas desnudas de cemento
el sol dispara la temperatura,
tu pueblo peregrina, jadeante,
hacia el enjuto árbol del conocimiento,
que plagado de bichos va mutando su escultura,
sus hojas van perdiendo nervaduras
y al suelo se va todo su valor.

Banalidad

Tendremos que dejar a un lado las súplicas,
Deidad que ya no escucha;
se aflige de tinnitus e hipoacusia,
ya le hizo una de las suyas, Ménière.