jueves, 25 de julio de 2013

Sobre la creación

Algo ocurre que nos inspira, además de la disciplina, un conflicto; entonces surge esa idea y la crees tuya (toda tuya) mientras esta en su estado latente. Se plasma la idea y desde ese momento la obra deja de ser del artista, ella cobra vida y le exige a este como debe ser ella. El artista la debe obedecer.

sábado, 13 de julio de 2013

La puerta al machismo...

"La vida se trata de pequeños detalles." —Un amigo.
El machismo comienza desde ese momento en que el hombre se presta a abrirle la puerta del carro a una mujer y esta cede a ser sutilmente denigrada.

miércoles, 12 de junio de 2013

No se cómo...

No se si existe 
la forma de decirte que me gustas,
desconozco el momento propicio
de llamarte.
No se tampoco a donde invitarte,
todo porque eres sencilla
y un misterio. 
No se sí lo estoy haciendo bien,
no se si mañana dejes de gustarme.
No se tampoco si me buscas
o si lo que haces es para atraparme.
Tal vez te hagas la misma pregunta...
Mediante la lengua o el lenguaje
te diré: "me gustas",
te llamare más tarde.

miércoles, 6 de febrero de 2013

sábado, 2 de febrero de 2013

Si ella entendiera

Y si ella entendiera por el dolor que pasarás. Ha llegado el momento de dejarlo todo,
irremediablemente, vale más mirar atrás.
Pues ya estoy habituado al botón de reinicio.
He inmolado viajes a lugares nunca descubiertos (por mi),
bienestares, mudanzas distantes y cremas de la dieta entre suburbios y suburbio.
Siempre, y sin dudarlo, buscando un espacio para ti.
Hoy no pude hacer más,
El lastre del otro te enviará a ese hogar de las visitas fugaces,
tendrás que venderte, tal si fueras otro artículo de escaparate.
Es ese el paradigma, lo que el patriarca nos hace sufragar;
la sospecha hurgada por la seguridad epistemológica de la hoguera.

Y si entendieras lo complejo que es el humano,
te domesticamos porque nos domesticamos.
La creímos abolir, mas vivimos penados de nuestra demente invención.
Si tuvieras forma, serían ustedes “los animales” quienes aboliesen el capitalismo,
para detener el esparcimiento de usurpar al otro.
Y así no tener que cruzar el rio Janto, pronunciado en inglés.

No me queda más pues subrayar, gracias, gracias por el inmenso honor que es tu compañía.
Se que me perdonas, pues ni siquiera conoces la palabra perdón.
Sin embargo, no me caben las suplicas y solo espero algún día perdonarme.
Hasta siempre mi fiel e incondicional amiga.

miércoles, 2 de enero de 2013

Poda humana.

Si los árboles pudieran hacer lo mismo que hacemos los hombres con ellos, talarlos por que nos ensucian el patio, el humano fuese ya una especie extinta.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Sobre ti


Sobre tu esqueleto de oxígeno y bauxita, escudriñamos el emporio y sus recovecos. No se si es el o es ella, mas me plena la cara con sus frígidos belfos. Voy al descubierto; reparando en el anciano que desde las cápsulas nadie vio, tal si fuéremos familia me saluda, lo saludo. Me pregunta por tus sofisticados miembros, que arrestan la celeridad del tiempo forzado. Voy accionando tu eje para llegar de un lugar al otro –eres alquimia en rojinegro azófar–.
            La piel escuece al mediodía, se escarmienta la soledad: rodar, volar contigo y sobre ti, tal como lo describe Neruda. Eres herramienta de redención (nunca un escape), eres cultura; una revolución que debe copiarse y contagiarse. En el tráfico de la mañana fuman, se comen las uñas y golpean el volante, esa congestión que el reflejo va salvando y las miradas desconcertadas recorren los ocho puntos cardinales. Perduro sobre ti, acariciando tus brazos para guiarnos sin ceder en estas aventuras cotidianas. Germinamos para no seguir los estatutos, florecimos turbulentos, prosperando revolución. No estamos solos desde la conquista del asfalto: Copenhague, Ámsterdam, Osaka, Chicago, Münster…
            Vamos luchando con paciente tenacidad, recuperando ese espacio de irónica y aplacada mordacidad. La calzada nos castiga con su perfume, nos clama su dolor, mas recorrerlas cauteriza las heridas del alma –cuando las piernas no dan para más–.  Somos juntos, yo, sobre tu piel, y tú, sobre cubiertas, que como zarpas se aprehenden a las superficies; el San Pedrito que espiga la esencia de toda perspectiva. A veces te abandono al antojo del tiempo, desertando tu existencia y del todas las cosas. Mientras aguardas prisionera de un conducto que te hace escapar a las garras y al antojo del randa, en sazón regreso. Ya te vuelvo a liberar y sobre tu lomo se posan delicadamente mis criadillas. Y enardecidos segamos el viento, el hálito nos hace (a veces) ir probando el polvo, hasta un día quedar escondidos en el.